Por Esmeralda BrinnEspecialista en Terapia Somática y Nutricional


Explorando la Salud Femenina Más Allá de Lo Convencional

Cuando hablamos de la salud de la mujer, generalmente pensamos en el sistema reproductor, las glándulas y las hormonas. Pocas veces nos referimos a la salud del sistema nervioso y de la psique y a cómo las diferencias de género influyen en estas áreas. La salud no es un estado fijo, es un rango flexible en el que oscilamos en búsqueda constante del equilibrio. Este proceso de búsqueda del equilibrio en nuestro cuerpo se llama homeostasis, y en la psique y las emociones, el mismo proceso se llama autorregulación. Sin embargo, la autorregulación y la homeostasis son procesos que nuestro cuerpo va aprendiendo durante nuestro desarrollo en respuesta a estímulos concretos y sutiles del entorno, tanto a bacterias y enfermedades como al tono emocional de nuestra familia.

La Emergencia del Concepto de Neurodivergencia

El término neurodivergente surgió en la década de los 90s, después de muchos años de que la medicina psiquiátrica considerara las divergencias como incapacidades de desarrollo. Al acuñar este término se abrió la puerta a considerar que las características neuronales diversas son diferencias y no defectos. Actualmente, se le considera neurodivergente a una persona que posee características neurológicas diferentes a las del promedio. Estas características hacen que las personas perciban el mundo con una mayor intensidad, como si los estímulos de los sentidos tuvieran un volumen mucho más alto al que percibe la gente neurotípica. El término no solo se refiere al autismo, sino también al TDAH, dislexia, bipolaridad, alta sensibilidad, dificultad en el procesamiento sensorial, Asperger, etcétera.

Desafíos Únicos de la Neurodiversidad Femenina

Y es especialmente importante hablar de la neurodiversidad del género femenino, porque desde el inicio de la práctica de la psicología y psiquiatría, los estudios se han realizado en su mayoría sobre el género masculino. Por esta razón y por la enorme diferencia en cómo se manifiestan las neurodivergencias entre hombres y mujeres, han pasado desapercibidas en su diagnóstico, imposibilitando la búsqueda de herramientas adecuadas para desarrollar estilos de vida aptos para sus particularidades.

Reinterpretando las Manifestaciones de Neurodivergencia en Mujeres

Una mujer con TDAH puede ser altamente productiva, ambiciosa, inteligente y con rasgos de genialidad, capaz de resolver contratiempos con calma y claridad. Y una mujer con rasgos autistas probablemente será una experta en su área de interés y aportará ideas innovadoras que a nadie más se le hayan ocurrido. Sus retos no tienen que ver con su capacidad intelectual, laboral o creativa, sino con cómo lidiar con la carga sensorial en un entorno social que exige productividad por tiempos prolongados en condiciones incómodas, estruendosas y contaminadas de estímulos sensoriales.

El Poder de Aceptar la Sensibilidad

Para la mayoría de las mujeres, ser altamente sensible implica enfrentar desafíos particulares: desde la dificultad para concentrarse en ambientes ruidosos hasta la sensibilidad extrema a ciertos alimentos, texturas, y el entorno social. Lo más importante es saber que si sospechas que eres una mujer altamente sensible, tus síntomas físicos y emocionales podrían estar ligados a tu sensibilidad no asumida y, por lo tanto, no cuidada. Existen herramientas en el trabajo somático y la terapia ocupacional para trabajar con el sistema nervioso y desarrollar resiliencia sensorial.

Esmeralda Brinn
Esmeralda Brinn – Terapéutica Somática y Nutricional

Creando un Futuro Inclusivo

Existen estudios que demuestran que desarrollar espacios arquitectónicos, sonoros, laborales, educativos y sociales adaptados a las necesidades neurodivergentes, beneficiaría profundamente a todos, incluyendo las personas neurotípicas. El hecho de no percibir la sobre estimulación sensorial no quiere decir que nuestros sistemas nerviosos no estén trabajando constantemente para filtrarlos, generando estrés fisiológico crónico, inflamación y por ende, enfermedad. Es momento de mirar más allá de los síntomas y de querer silenciarlos. La única manera de regenerar nuestra salud, tanto física como mental y emocional es re-aprendiendo a sentirnos y conocernos. Saber cuál es nuestra condición permite entender nuestras necesidades y nos da el poder y la posibilidad de buscar las rutas qué nos aportan las herramientas para hacernos cargo de nuestro bienestar.


REFERENCIAS:

Libros
Divergent Mind, por Jenara Nerenberg | Scattered Minds, por Dr. Gabor Maté | Autistic State of Mind, por Kayla Francis | An Unquiet Mind, por Kay Redfield Jamison | El Mito de lo Normal, por Dr. Gabor Maté | The Power of Neurodiversity, por Dr. Thomas Armstrong

Artículos y Publicaciones
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4012542/ – sobre sensibilidad relacionada a la genética
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0387760403000573 – sobre la historia de la neuropsiquiatría y el paradigma de la patología

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