Fran L.
Reconecta: Trabajo y Vida en Equilibrio
“Dedicarnos en exceso, incluso a lo que amamos, puede no ser lo mejor.”
A menudo, nos sumergimos en lo que nos apasiona. Es nuestra motivación diaria, nuestra fuente económica, y nos da un propósito. Pero, ¿qué pasa cuando eso cambia?
El término ‘Burnout' se refiere a la respuesta inadecuada al estrés crónico. Según la psicóloga estadounidense Christina Malach, se caracteriza por agotamiento emocional, despersonalización y disminución del rendimiento.
Existe un punto donde el exceso de interacción genera actitudes y comportamientos negativos. Es más, este desorden surge del estrés constante.
Factores como la sobrecarga laboral, falta de control, escasa recompensa, y ausencia de integración pueden causar el “burnout”. Además, las cargas laborales han crecido, haciendo que el trabajo invada nuestro hogar.
Roles poco claros y la falta de autonomía crean un ambiente laboral desafiante y potencialmente tóxico. Y si a esto añadimos esfuerzos no reconocidos, el escenario se complica.
El entorno laboral, la calidad de las relaciones y la cohesión pueden ser cruciales para nuestro bienestar. Sin embargo, la discrepancia de valores entre empleado y empresa puede generar desequilibrios emocionales.
Si experimentas alguno de estos síntomas, podría ser hora de un descanso:
- Fatiga constante.
- Enfermedades frecuentes.
- Dolores de cabeza o musculares.
- Cambios en el apetito o sueño.
- Sentimientos de fracaso.
- Sensación de derrota.
- Pérdida de motivación.
- Perspectiva negativa.
- Indiferencia laboral.
- Procrastinación.
- Uso excesivo de comida, drogas o alcohol.
- Frustraciones dirigidas hacia otros.
- Faltas o retrasos al trabajo.
Escucha a tu cuerpo y comportamiento; podrían estar señalando un “burnout”.
Amar lo que hacemos puede ser el motor de nuestra vida, pero los excesos nunca son buenos. Es tiempo de observar, reconectar y establecer límites saludables en todas las áreas de nuestra existencia.